El respiro que la climatología nos ofreció ayer permitió que la presentación de la nueva novela de la escritora Amalia Hoya pudiera realizarse en la magnífica biblioteca del Casino Obrero de Béjar, un lugar idóneo y perfecto para actividades culturales con un público moderado. Las estanterías repletas de libros de distintas épocas, guardados tras los cristales, contextualizan y acogen la llegada de otros nuevos compañeros.
La autora, conocida ya por haber sido presentada su anterior novela Obsesión en Venecia a través de las redes por el mismo Centro de Estudios Bejaranos, lo hacía por primera vez en presencia de público. Y es que la anterior puesta de largo tuvo que hacerse a través de nuestro Canal Youtube porque imperaba la pandemia de COVID-19. Eran tiempos de aislamiento y no había otro remedio que ofrecer cultura y libros desde las pantallas. En 2024 la situación es muy diferente, por fortuna, y esta vez hemos podido organizar la presentación de Vínculos de sangre, que así se llama la nueva novela de Amalia Hoya, con el calor humano que requieren estos actos.
Abrió la conversación el presidente del Casino, Francisco García Mesonero, y continuaron en amena conversación el escritor Iván Parro Fernández, anterior presidente de la institución y colaborador del CEB, y la autora. Hablaron de la anterior novela, de sus semejanzas y diferencias, de la importancia del diseño de la portada, de los lugares y los distintos aspectos que Amalia Hoya documenta e investiga, visita y ahonda en ellos, antes de plasmarlos a través de la escritura, de sus tempos y tiempos a la hora de ponerse delante de la pantalla, de la visualización de las escenas en su cabeza antes de traducirlas al papel, de los currículums de los personajes y de sus vidas anteriores, de la emigración, de la pérdida y del exilio, de los secretos familiares, de la presencia de la música en la narración, y muchas más claves de esta novela editada por Caligrama, que transcurre entre Madrid, Toledo, Berlín o La Rochelle, entre otras ciudades.
Resaltaron la curiosidad que supone que una bejarana escribiendo en Madrid fuera presentada por un madrileño que escribe en Béjar, con guiños continuos a la pasión común por la literatura. Al finalizar la exposición fueron muchos los asistentes los que se quedaron a charlar con Amalia, una persona cercana y escritora, además de fotógrafa, que tiene en mente otros proyectos cuya plasmación esperamos con gran interés.
Texto: Carmen Cascón Matas
Fotos: Enrique García Periáñez