El Centro de Estudios Bejaranos (CEB), pese a ser el último creado en Salamanca tras el de la capital provincial y el de Ciudad Rodrigo, cuenta ya con una existencia que supera la veintena de años. Constituido por el Ayuntamiento de la ciudad, en 1992, con el objetivo de fomentar las actividades científicas, literarias y artísticas en el ámbito de Béjar y su comarca[1], el CEB ha venido desarrollando puntualmente y dando efectivo cumplimiento, desde el momento mismo de su instauración, a este dictamen de sus estatutos. Así lo testimonian las actividades realizadas para hacerse presente en la sociedad bejarana, dinamizar su vida cultural y difundir los estudios e investigaciones que han ido realizando sus miembros sobre los múltiples aspectos de la ciudad en el pasado y en la actualidad. Se cuentan entre estas actividades los distintos ciclos de conferencias divulgativas sobre contenidos de diversas disciplinas como historia, arte, geografía, arqueología, literatura, etnografía, música y otras; las jornadas sobre la Revolución de 1868 organizadas junto a la Asociación “Béjar 68”, la Universidad de Salamanca y la oficina del VIII Centenario; la participación en las Jornadas obre Patrimonio e Historia de Ciudad Rodrigo invitados por el Centro de Estudios Mirobrigense; la organización de varios cursos de verano acerca de la historia y el patrimonio industrial de Béjar; los intercambios de publicaciones que se mantienen con diferentes instituciones culturales; la convocatoria del Premio “Ciudad de Béjar” para trabajos de investigación sobre la ciudad o su ámbito comarcal; la colaboración con otras asociaciones educativas y culturales y el casi medio centenar de publicaciones (22 números de la revista Estudios Bejaranos; 29 discursos de ingreso de sus miembros numerarios; 6 libros de la serie Varia Bejarana; 2 volúmenes de la Historia de Béjar, 6 trabajos galardonados con el Premio “Ciudad de Béjar”, 5 biografías de la Colección “Don Francés de Zúñiga”…)[2], además de la emisión de informes a diversos organismos e instituciones y un largo etcétera de diferentes actos e iniciativas con los que, desde su fundación, ha pretendido estar presente en la sociedad bejarana como principal referente cultural e intelectual de la ciudad.
El CEB ha contado desde su inicios y hasta ahora con 7 presidentes -incluyendo al que esto escribe- y con otras tantas Juntas Rectoras; de los 19 integrantes originarios se ha pasado, tras sucesivas incorporaciones, algunas defunciones y bajas de varios miembros, a los 37 con que cuenta en la actualidad.
Ha sido norma habitual del CEB, en todo el tiempo en que viene cumpliendo su cometido en la cultura local, conectar y establecer vínculos de mutua colaboración con otras asociaciones y entidades de la ciudad y la comarca. Para ello ha practicado y cultiva una habitual y franca relación con todas las instituciones educativas y culturales instauradas con similares o parecidos objetivos entre las que se encuentran la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Béjar, el Casino Obrero/Ateneo Cultural, el Museo Judío “David Melul”, el Grupo Cultural “San Gil”, el Centro Integrado de Formación Profesional, los dos institutos de enseñanza secundaria y los centros educativos de Béjar.
También mantiene, fuera de la ciudad a nivel autonómico y nacional, intercambios de libros y publicaciones con otros centros de análogas características, universidades e instituciones. Actualmente desea potenciar esta faceta de su actividad ampliando el número de los destinatarios de sus intercambios e incluyendo a instituciones de ciudades portuguesas próximas, al considerar que el número y calidad de las publicaciones propias pueden aportar, como recíprocamente recibir, información y reseñas de interés.
En su deseo de ofrecer a cualquier investigador la posibilidad de divulgar sus trabajos y estudios, anualmente –como ya se ha indicado- convoca el Premio “Ciudad de Béjar” para fomentar la investigación en su sentido más amplio en el ámbito de la ciudad y su comarca tanto histórica como actual. El citado premio, cuya convocatoria se inicia en el mes de febrero y se cierra al finalizar el mes de octubre, consiste en una asignación económica al autor del trabajo premiado y la edición del mismo por el CEB en su sección de publicaciones de Varia Bejarana.
ANTONIO AVILÉS AMAT
Vicepresidente del Centro de Estudios Bejaranos.
[1]Artículo 3º de los Estatutos del CEB.
[2]De todas las publicaciones se puede consultar el catálogo que se incluye en otro apartado de esta página.