Hacía muchos años que José Antonio Sánchez Paso no nos deleitaba con una charla sobre su personaje más querido y estudiado: don Francés de Zúñiga. Según su propio testimonio desde que defendió su tesis, pero la ocasión lo merecía. Hace ya unos meses que dimos a conocer desde esta web que el Centro de Estudios Bejaranos había aprobado hacer un homenaje anual a un personaje ilustre y fallecido nacido en Béjar. Pues bien, don Francés de Zúñiga inaugurara esta iniciativa cultural que tiene como objetivo dar a conocer a bejaranos y foráneos a otros hombres y mujeres olvidados por el paso de los años que vieron la luz en nuestra ciudad. Y es más, no sólo con él arranca el homenaje, sino que su nombre se vincularía para siempre a esta saga de recordados.
De izq. a drcha. José Antonio Sánchez Paso, Óscar Rivadeneyra y Antonio Avilés Amat. Foto. Béjar en Madrid
El acto, que tuvo lugar en el Museo Judío el sábado 7 de junio a las 7 de la tarde, comenzó con una pequeña intervención del presidente del CEB, Antonio Avilés Amat, quien explicó a los presentes la importancia de la conferencia que iba a pronunciar Sánchez Paso, al ser iniciadora del homenaje a un bejarano ilustre que la institución llevaría a cabo anualmente. Tomó la palabra Óscar Rivadenyra Prieto y lo hizo con cariño, resaltando las cualidades del conferenciante, su trayectoria académica y el origen de esa obsesión por don Francés de Zúñiga, huyendo de la típica presentación aséptica y ahondando en los recuerdos y anécdotas de quien conoce bien a José Antonio.
Foto. El Correo de Béjar
La ponencia de Sánchez Paso resultó amena y bien trabada, despertando el interés de los allí presentes por un bejarano que vivió allá hace cinco siglos y que fue testigo de un periodo crucial de nuestra Historia. No se olvidó, empero, de los recientes sucesos en los que las heridas del antisemitismo se reabren por la incomprensión y la barbarie. La mención de los mismos y la celebración de la ponencia vienen a cuento de que don Francés pertenecía a familia de conversos, como bien desveló en su tesis. De sastre bejarano, pasaría a formar parte de la Casa Ducal al integrarse como bufón a causa de su inmenso ingenio y de ahí saltaría a la corte de Carlos V, quien lo mantuvo siempre a su vera deseoso de que alguien sin pelos en la lengua lanzase verdades como puños. La verdad, sin embargo, es dolorosa y más si viene acompañada de fino humor y se pone por escrito. Nuestro bufón se entretuvo en escribir sus chanzas en la Crónica burlesca del emperador Carlos V no como libro en sí, sino como hojas volanderas que pasaron de mano en mano y que fueron copiadas hasta la saciedad por unos cortesanos que se alegraban de reírse de otros, pero que no les hacía ninguna gracia que los demás hicieran lo propio con ellos. Las envidias y enconos brotarían hacia su autor, mas la todopoderosa mano del soberano le servía de parapeto tras el cual refugiarse. Cuando su protector le retiró su protección, hecho que coincidió con su nombramiento como alférez de Béjar, don Francés quedó desprotegido y poco después fue asaltado y asesinado en una calle de su villa de nacimiento, de resultas de lo cual murió semanas después, no se sabe si por un enemigo de la corte o por un mal encuentro.
Sánchez Paso desveló a los asistentes que el autor del Lazarillo de Tormes tuvo que beber por fuerza de la fuente de la Crónica Burlesca e incluso es posible que pudiera conocer en persona a don Francés, lo cual está llevando a los investigadores a proponer como antecedente de la novela picaresca a esta obra cargada de sátira. También adelantó que está trabajando en la investigación de otra obra, hoy perdida, salida de la pluma del bufón, llamada Proverbios en tres partes, la segunda recopilación de refranes de la historia de la literatura española, y que dará a conocer probablemente en las páginas de la revista Estudios Bejaranos en breve.
La conferencia de Sánchez Paso se editará por parte del CEB y se pondrá a la venta en breve.